Para dar mayor realce a la puesta de largo de la cantera, el club, a través de su Fundación, escogió el mejor marco posible: el estadio. Castalia, así, revivió ese espíritu del Bovalar apagado en los tiempos recientes, como apuesta de presente y, más que nunca, de futuro, rememorando los viejos tiempos de la factoría instalada en la carretera l´Alcora.
Uno a uno fueron desfilando los 19 equipos por orden creciente de edad: dos prebenjamines, cuatro benjamines, cuatro alevines, dos infantiles, dos cadetes y tres juveniles, además del conjunto femenino y el Amateur. En total, más de 300 niños y niñas.
Sobre ellos, el presidente del Castellón, José Laparra, expresó un deseo en voz alta, compartido no solo por los deportistas, sino por el medio millar de personas que asistió al acto: "Ojalá algún día los que estáis aquí, podáis estar en la primera plantilla del Castellón en Primera División. ¡Lo conseguiremos, lo conseguiremos". El dirigente fue más allá: "Confiad". "Falta ese apoyo", agregó antes de cerrar su alocución con el Pam, pam, orellut!.
Laparra estuvo acompañado en ese acto, que sufrió una demora, del mundo de la política: Luis Martínez por parte de la Diputación, Vicent Sales del Ayuntamiento, Juan Violeta del Patronat d´Esports y Manolo Gual del Instituto Provincial del Deporte de Castellón. El dirigente también agradeció el apoyo del sector privado, encabezado por el principal patrocinador del fútbol base (Caja Rural Castellón) y de otras firmas (Carmalasa, Puzzle Consultores y Cafés Joya), además de los patrones, entre los que se encuentra Mediterráneo y Bancaixa.
Laparra destacó la importancia de la Ciudad Deportiva que, aún con deficiencias, supone un "salto importante". "La cantera albinegra ilusiona y pronto obtendrá réditos mayores", recalcó.
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