lunes, 24 de octubre de 2011

VICTORIA CLARA

El resultado final de 0-8 refleja claramente lo ocurrido en la matinal del sábado, que además de los tres puntos sirvió como estreno de la nueva equipación albinegra de la temporada 2011-2012.
A pesar de la clara victoria albinegra el partido no fue fácil sobre todo en la primer mitad, ante un OLIMPIC muy ordenado en defensa y que de vez en cuando lanzaba un zarpazo aunque sin inquietar excesivamente la portería defendida por Ándres.

El encuentro se inicio con rápida circulación de balón por parte visitante ante un olimpic agazapado detrás esperando un robo de balón que, afortunadamente no se llegó a producir. El pálpito que se tenía en las instalaciones del Chencho, es que era cuestión de tiempo que el CASTELLON impusiera su ley; suele ocurrir que lo más complicado es abrir la lata y el conjunto visitante dispuso de hasta 5 oportunidades claras, pero unas veces la mala puntería y otras la destacadísima actuación de su cancerbero impidieron que el marcador se moviera.

No fue hasta el minuto 16, y al segundo intento, Oscar culminó de fuerte zurdazo una jugada ensayada de corner, inaugurando de esa manera el marcador y el casillero goleador del rubio defensa albinegro.

Tras el primer tanto el OLIMPIC no cambió su esquema de juego, ni tampoco lo hizo el CASTELLON quien seguía siendo el dueño del esférico, aunque en este tramo del encuentro el Olimpic se acercó a la portería contraria con un par de saques de esquina botados sin consecuencias.

Cuando parecía que el partido iba a llegar al descanso con victoria por la mínima, Natxo recogió un balón en la corona del área se deshizo de dos defensores y su zurdazo se coló pegado al poste izquierdo de la portería olímpica, con el gol de la tranquilidad y sin tiempo para más finalizó la primera mitad.


Tras el intermedio el Castellón salió decidido a sentenciar el encuentro y de no haber sido por el cancerbero local, a buen seguro el gol no hubiera tardado tanto, hubo que esperar a una jugada de Ángel por banda que cedió a Juan que a bocajarro logró el 3-0. Una vez conseguido el tercero gol la cuarta diana no se hizo tanto de rogar, y fue Ángel, con su habitual jugada por banda quien, aprovechando un gran pase interior de Diego, perforó de nuevo la portería local.
El Olimpic malgastaba las posesiones intentado lanzar directamente a puerta de saque central, pero en ninguna ocasión lograron sorprender a un concentrado Andrés.

A falta de 10 minutos para el final y con el partido resuelto el CASTELLON se volcó ante la portería contraria con la intención de aumentar la cuenta goleadora, y fruto de ello se descuidó un poco la parcela defensiva, pero unas veces las ayudas de Diego y otras las salidas de Ándres desbarataron las pocas opciones olímpicas de lograr el tanto del honor.

El quinto gol, fue un calco del cuarto, aunque en esta ocasión el pase a la espalda de la defensa lo envío Juan para que Ángel disparara con fuerza, pero esta vez se topó con el cancerbero que rechazó el esférico cayéndole a Marc que muy atento empujó la pelota al fondo de la portería. El 0-6, logrado por Jaime, fue de esos que se denominan "de casta", ya que recibió un balón en la frontal y hasta en tres ocasiones salió trastabillado pero no perdió el balón que acabó, por insistencia dentro de la portería contraria. Las ocasiones se seguían sucediendo, siempre del lado albinegro y en esta fase emergió con autoridad la figura al portero local que realizó tres verdaderos paradones a tiros lejanos que impidieron aumentar la cuenta. Como no había manera de hacerlo de lejos, había que intentarlo de cerca, y Jaime interpretó de manera perfecta la diagonal que le marcó Natxo recibiendo este solo ante el portero y driblándolo con la derecha empujó el balón de nuevo con la izquierda al fondo de las mallas subiendo el 7-0 al marcador.


El Olimpic se empeñaba una y otra vez en hacer la jugada de saque de centro directo a puerta, lo que pemitía al CASTELLON elaborar las jugadas desde atrás, y fruto de una de ellas Natxo vió la entrada de un cohete llamado Marc por banda derecha, que recibió el esferico y de fuerte disparo fusiló por octava vez al grandisimo portero local, que todavía tendría tiempo de lucirse en alguna que otra ocasión.

Buen partido ante un rival que opuso mucha más resistencia que el San Lorenzo y que demuestra que para ganar los partidos hay que luchar al máximo y estar concentrado del minuto 1 al 50.

PAM PAM ORELLUT

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