lunes, 7 de noviembre de 2011

CUARTA VICTORIA

El partido del pasado sábado disputado por el Benjamín “C” fue otra buena prueba de las diferencias tan grandes que existen entre el conjunto albinegro y muchos de los integrantes de este grupo IV de la liga local de Castellón, y la prueba está en que cuando no habían transcurrido ni 30 segundos del inicio del encuentro el CD CASTELLON ya había logrado el primer tanto.

A priori, y tras el resultado cosechado por el Ripolles dos semanas atrás, en el que venció por 14-0 al Fadrí, todos pensábamos que el encuentro sería más nivelado, pero no fue así y nuestros chavales, sin apretar el acelerador, se impusieron por un contundente 1-9 al equipo local. De vez en cuando la vista se desviaba al terreno de juego adyacente, donde el Costa Azahar y el Torrespies disputaban su partido y las fuerzas estaban muy niveladas, ¡¡¡¡ que envidia !!!!!, a buen seguro que los enfrentamientos ante estos dos conjuntos harán competir a los nuestros de otra manera, o al menos eso esperamos.


En lo puramente deportivo, y tal y como recojo al principio de esta crónica, el primer tanto lo logró Diego a los 24 segundos de partido, tras culminar la jugada iniciada con el saque de centro, ya se veía bien a las claras como iba a ser el resto del encuentro.



El Ripolles con más corazón que cabeza presionaba la salida de balón albinegra pero nuestra defensa salvaba la primera línea de presión con facilidad lo que provocaba que las llegadas se produjeran con facilidad, Diego en el minuto cuatro estuvo a punto de aumentar su cuenta particular pero el balón se estrelló en el larguero evitando el segundo gol, que si llegó en la siguiente jugada fruto de un saque de esquina ensayado que culminó Carlos Jaime de fuerte disparo exterior.

Los orelluts eran dueños y señores del partido, de vez en cuando, en algún robo de balón el Ripolles inquietaba a la defensa albinegra, pero el CASTELLON, cuando tenía el balón, trenzaba las jugadas creando siempre peligro en el marco contrario, a pesar de eso el tercer tanto, obra de Natxo fue fruto de un deficiente saque de puerta que cae a los pies de Ángel que sirve un balón en profundidad al delantero castellonense que bate por bajo ante la salida del cancerbero ripollense, todo ello antes de cumplirse el minuto 10 de esta primera mitad. Está misma asociación Ángel-Natxo fabricaron y culminaron el cuarto gol, en una jugada de libro en la que con cuatro toques el balón fue desde el centro del campo hasta el fondo de las mallas locales, 4-0 y partido decidido.



Con el resultado tan a favor el equipo bajó el ritmo del encuentro y desde la banda se pidió más circulación de balón en lugar de buscar aumentar la cuenta goleadora, y en un robo del RIPOLLES en el centro del campo, el delantero verde logro batir a Andrés y logrando de esa manera el gol del honor local.

El CASTELLON seguía al pie de la letra las instrucciones enviadas desde el banquillo pero, ¿quién le puede impedir a un goleador ejercer de tal? y Carlos Jaime, tras un robo de balón en la frontal del área resuelve con un tiro colocado, subiendo el quinto tanto al marcador.

El equipo presionaba la salida de balón del RIPOLLES y en la cabeza de los jugadores recién incorporados estaba, como no, el conseguir más goles y Carlos Esbrí, en el primer balón que pasó por su botas lo mandó a la escuadra local, sin que el portero pudiera ni tan siquiera intentar alcanzar el buen disparo del jugador almenarense.


A partir de aquí y hasta la finalización de la primera mitad el conjunto albinegro controló el “tempo” del partido sin que el marcador ser viera alterado, en esta ocasión provocado por el fútbol-control albinegro.


La segunda mitad comenzó igual que finalizó la primera, con mucho pase y poca profundidad, aunque el CD CASTELLON seguía teniendo el control del encuentro, en estos segundos 25 minutos, el RIPOLLES, dio un paso al frente y comenzó a presionar muy arriba, impidiendo muchas veces que la salida de balón albinegra fuera cómoda, ello unido a la relativa estrechez del terreno de juego provocaba constantes envíos el largo por parte de Andrés y perdidas de balón por línea de banda.



Esta contemporización visitante se vio reflejada en la anotación goleadora, ya que el marcador no se movió hasta el minuto 7 de la reanudación por medio de Ángel que “fusila” al portero local, estableciendo el 1-7.

La posesión albinegra continuaba siendo escandalosa, y los pocos acercamientos a la portería de Andrés eran tiros, o más bien despejes, que acaban mansamente en las manos de nuestro cancerbero.
Las entradas por banda eran constantes y en una de ellas, y tras un robo por parte de la presión ejercida por Jaime, este le cede al balón atrás a Carlos Esbrí que de idéntica forma que la primera mitad coloca el balón donde el portero del RIPOLLES no puede llegar poniendo el 1-8.

El colofón final, cerrando la cuenta anotadora, fue obra de Juan que desde fuera del área lanzo un misil que dobló las manos del portero, tanto que no pudo ser visto por su familia ya que estaba con la mirada puesta en el otro partido que disputaba la otra Barberán que al mismo tiempo, su equipo, sentenciaba con el 1-3 el encuentro contra el Costa Azahar, tendrá que esperar al resumen para ver el tanto del chico de la casa.

El encuentro finalizó con una falta, bien lanzada por el RIPOLLES que obligó a Andrés a emplearse a fondo atajando el balón sin más consecuencias.

Resumiendo, un partido con un solo equipo, lo que se está convirtiendo en una rutina, a buen seguro que la próxima semana contra el RAFALAFENA, no será un encuentro tan plácido como este ya que a pesar del resultado de pretemporada las fuerzas estarán más niveladas.


PAM PAM ORELLUT

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