A medida que avanza la temporada y jornada tras jornada nos damos cuenta de la dificultad que supone el haber conseguido el pleno de 23 victorias en otros tantos encuentros.
El ejemplo lo tuvimos en la matinal del sábado, en la que costó más de la cuenta sumar esa vigésimo tercera victoria ante un ordenadísimo COSTA DE AZAHAR.
El encuentro comenzó con más de media hora de retraso, practicamente a la hora de la comida el balón empezó a rodar en el terreno de juego más grande de la competición; esto, añadido a la nueva táctica de contar con un solo defensa desorientó a nuestros chicos que, a pesar de tener el control del esférico, no se fructificaba en ocasiones, pues costaba una eternidad llegar de un área a otra.
El equipo naranja se limitaba a defender y esperar el contraataque, no en vano era la segunda vez que nos enfrentábamos a ellos en apenas tres semanas y parecía que habían encontrado la formula para controlar el juego albinegro, incluso gracias algún que otro robo de balón consiguieron montar alguna contra que consiguió inquietar un poco a nuestra retaguardia.
Como siempre, y con el paso del tiempo el CD CASTELLON impuso su estilo y gracias a los grandes espacios que habían fruto de las dimensiones del terreno de juego, Román cogió la manija del equipo y consiguió hacer el campo todavía más grande de lo que era, distribuyendo el juego a las bandas; gracias a ello llegaron las primeras ocasiones, que culminaron con un gol desde fuera del área, del propio Román, cuando faltaban poco más de 5 minutos para finalizar la primer mitad, tanto que hacia justicia a los méritos de unos y otros.
La segunda mitad comenzó con la misma tónica del primer tiempo, y bajo la atenta mirada de una pequeña representación del Villarreal, el Costa Azahar dispuso de la única ocasión clara del encuentro, que Nacho Mingol consiguió atajar practicamente en la linea de gol: DECISIVO COMO SIEMPRE.
A partir de aquí solo había un equipo en el GAETA HUGUET, el líder ejerció de ello y con la intención de dar por finiquitado el partido, las ocasiones se iban sucediendo, pero el balón no quería entrar. Con el peligro de que en una jugada aislada ocurriera una desgracia y un posible empate diera al traste con todas nuestras ilusiones transcurría el encuentro, pero el empate no llegó y lo que si llegó fue el gol de la tranquilidad, gracias a una gran jugada de Iñaki que cedió el balón a Albert que solo tuvo que empujar el esférico a puerta vacía.
La exhibición de juego colectivo tuvo su culminación en el tercer gol de Juan. El esférico paso por las botas de practicamente todos los miembros del equipo, desde la defensa hasta el ataque a base de combinaciones y paredes que acabó con el tanto que ponía fin a un difícil encuentro.
Quedan todavía 7 finales y no podemos olvidar que el próximo encuentro puede decidir muchas cosas, aunque pase lo que pase tenemos que dar la enhorabuena a todos por el buen trabajo realizado y ahora más fuerte que nunca : ¡¡¡¡¡PAM PAM ORELLUT !!!!!!!
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