Cuando el sábado iba camino de la Ciudad Deportiva, confiado pero nervioso, no podía ni imaginar hasta que punto un puñado de mocosos podía provocar las emociones que todos vivimos esa inolvidable mañana.
A pesar de su corta edad sabían que la felicidad, en estos momentos duros para mucha gente, dependía de que hicieran su trabajo como lo venían haciendo desde que comenzaron la temporada en el mes de septiembre, y esa responsabilidad les pesó en exceso durante la primera mitad. Ante un hipermotivado SALESIANOS, salieron atenazados, sin la soltura a la que nos tenían acostumbrados, y desde los primeros compases todos los allí presente, sabíamos que no iba a ser sencillo conseguir la victoria, que nos permitía ser campeones, menos aún cuando en el único lanzamiento sobre la portería albinegra, encajábamos el primer tanto.
La defensa salesiana, muy ordenada durante todo el encuentro no dejaba ni un solo resquicio y no permitía ninguna jugada de peligro, solo un lanzamiento de falta de Román parecía que podía abrir una lata erméticamente cerrada.
Sin ocasiones claras y con la derrota momentánea, se llegó al descanso, y con la pausa el desconcierto. Todas las miradas se fijaron en los entrenadores locales que se acercaron al colegiado para requerirle, tal y como se establece en el reglamento, una revisión de fichas ante las dudas que generaban la corpulencia de algunos de los jugadores contrarios, ante la indignación visitante y con los nervios a flor de piel, se realizó el trámite sin detectar ninguna irregularidad por lo que tras un descanso más largo de lo habitual se reanudó el encuentro.
En la segunda mitad la intensidad de nuestro equipo se multiplicó por 1000, y los pequeños albinegros decidieron que no podían ni querían desaprovechar la ocasión, y nada más pitar el inicio el CD CASTELLON, por medio de Albert, lograba lo más difícil que era perforar la portería burrianera y poner las tablas en el marcador.
El asedio a la portería contraria era total, sin que el equipo rojillo consiguiera en toda la segunda parte pasar el medio campo, pues todo el control era albinegro, pero el tiempo corría y a pesar de disfrutar de algunas ocasiones el balón no quería volver a entrar. SOMOS EL CASTELLON, ¿alguien dudaba que no íbamos a padecer? y a falta de 10 minutos persistía el empate, y la desesperación en niños y adultos cundía en el campo de la Ciudad Deportiva, pero un rayo de esperanza se abría cuando el árbitro señalo una cesión al portero, más que discutible, que parecía iba a significar el gol de la victoria, pero con todo el SALESIANOS atrincherado bajo el larguero visitante fue imposible lograr el tanto, aunque tras el rechace, Juan con toda su alma y las de sus compañeros golpeó un balón que sin remisión se coló por el palo derecho visitante, lo que provocó el delirio en las gradas y en el campo donde todos los que se encontraban sobre el terreno de juego se fundieron en un emocionante abrazo en el centro del campo.
A pesar el 2-1, el CD CASTELLON no se arrugó y busco la sentencia del encuentro que Javi de fuerte zurdazo se encargó de dar la puntilla definitiva al encuentro y por lo tanto al campeonato, desde aquí hasta el pitido final fueron los únicos minutos de tranquilidad ya que el SALESIANOS finalmente bajo los brazos rindiéndose ante el indiscutible líder y campeón del grupo III de Castellón.
Con el final del partido llegó el éxtasis colectivo de un grupo de personas que han vivido en una nube durante el último año, y que notaremos el vacío de no saber que hacer los próximos fines de semana sin el fútbol de nuestros niños. Abrazos, gritos de campeones, mas de una lágrima en los progenitores y algún niño, champin, cava, traca y un emocionante pasillo a los campeones........pero eso será otro capitulo que si no me aburriré lo que queda de semana.
CAMPEONES---------------PAM PAM ORELLUT ------------------CAMPEONES
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